La iglesia fue construida en 1872 en el sitio de una iglesia bizantina del siglo V. Según la tradición cristiana, es en este mismo lugar donde María y su recién nacido niño Jesús descansaron en el camino de su huida a Egipto, para escapar de la Masacre de los Inocentes del rey Herodes. Mientras María amamantaba a su hijo, unas gotas de leche cayeron al suelo de la gruta y blanquearon la piedra. Desde entonces, la gruta ha sido visitada tanto por lugareños como por peregrinos de todo el mundo, cristianos y no cristianos, y especialmente por parejas que creen en el poder de María para bendecirlos con la fecundidad. La exhibición de cartas y objetos votivos en anticipación de los poderes curativos de María es bastante impresionante.