Esta noble mezquita se alza con orgullo en el corazón de la ciudad antigua, desafiante ante el paso de incontables años. El tiempo no ha menguado su fortaleza ni su belleza; más bien, ha añadido grandeza y magnificencia. La Mezquita de Ibrahim fue construida sobre la cueva que alberga las tumbas de los patriarcas: Abraham, su esposa Sara y sus hijos Isaac y Jacob, la paz sea con ellos. Es un monumento histórico que alcanza una significación global por su antigüedad y sacralidad. Sus muros han sido testigos de eventos clave en la historia humana durante más de dos milenios. Desde el punto de vista arquitectónico, representa la profunda importancia de este sitio desde tiempos antiguos.